El Ayuntamiento de Alcorcón se sumará el próximo 5 de junio al Día Mundial del Medio Ambiente suscribiendo y dando a conocer un decálogo de buenas prácticas medioambientales. A través de la Concejalía de Medioambiente, que dirige la edil Susana Mozo, realizará una campaña de concienciación sobre la elección de productos alimenticios, criterios sociales y medioambientales, con el fin de contribuir a la reducción de residuos alimenticios y pérdida de alimentos.
Decálogo de Buenas Prácticas Ambientales
- Elige productos que se cultiven o elaboren de forma respetuosa con el medio ambiente.
- Escoge productos naturales, evita alimentos procesados o precocinados. Los productos naturales ofrecen un buen aporte nutricional, manteniendo intactas sus condiciones organolépticas.
- Adquiere productos y alimentos de temporada y evita comprar productos que se cultivan en otras estaciones. Los productos locales y regionales suponen importantes ahorros de agua y energía, ya que se evitan transportes innecesarios.
- Calcula la cantidad más aproximada que vas a consumir de productos perecederos para evitar compras innecesarias.
- Cuando tengas que comprar productos cultivados en otros países, elige un sistema de distribución de Comercio Justo, que busca la mayor equidad en el comercio internacional atendiendo a criterios sociales dignos y criterios medioambientales sostenibles.
- Compra de alimentos al peso en vez de productos envasados o embalados, se generan residuos innecesarios. Recicla los residuos que se produzcan.
- Reutiliza, aprovechando los restos de comida, para elaborar otros alimentos. Planifica las cantidades preparadas para que no sobre.
- Comprueba habitualmente la fecha de caducidad y la de consumo preferente de los alimentos para evitar desperdiciar comida innecesariamente. No almacenes grandes cantidades de alimentos.
- Conserva y almacena los alimentos según las instrucciones que te den los profesionales del sector o que figuren en el envase.
- Infórmate y conoce cómo son elaborados los productos que se consumen, cómo se transportan hasta los hogares, cuáles son las consecuencias ambientales en su producción y en su adquisición.
Según la FAO, cada año en el mundo se desperdician 1,3 billones de toneladas de alimentos, lo que equivale a un tercio de la producción alimentaria de todo el planeta.
Actualmente, la tierra ofrece recursos necesarios para que la población mundial pueda alimentarse, pero el equilibrio social, económico e industrial no favorece a algunos de igual forma, mientras que otros desperdician alimentos y recursos en su producción. Estos desequilibrios producen efectos devastadores sobre el medio ambiente: si se desperdicia comida, se desperdician también todos los recursos empleados en su producción: materias primas, agua, energía; se generan grandes cantidades de residuos y de gases contaminantes; se utilizan fertilizantes, plaguicidas y otros productos peligrosos para mejorar el rendimiento de los cultivos y reduce la biodiversidad de especies.