Por su parte, Josep Selga ha incidido en la necesidad de “introducir nuevas formas de abordar el desarrollo de las ciudades, haciendo un buen planeamiento de las calles y sus aceras, y la inclusión de arbolado en las mismas. En esto, como en muchas otras cuestiones, lo importante es invertir en lo que no se ve, en el subsuelo, con el fin de racionalizar el espacio urbano en convivencia con el arbolado”.
El conservador del Real Jardín Botánico, Mariano Sánchez, mostró su felicitación al Ayuntamiento por “esta idea. Este plan no desmerece del de otras ciudades europeas y aunque el resultado se podrá comprobar a medio plazo, en el futuro se agradecerá haber llevado a cabo este plan. Desde el Real Jardín Botánico-CSIC nos ofrecemos para hacer el seguimiento de las nuevas especies de árboles que se introduzcan”.
Con este Plan no se trata sólo de hacer más agradable el paisaje urbano, sino de hacerlo habitable; convertir la ciudad de Alcorcón en un “hábitat” adecuado para la vida de los vecinos, aunando su demanda de naturaleza, con su propia seguridad, la estética y la viabilidad y el crecimiento del arbolado.
Según el inventario del número y especies de arbolado viario de la ciudad, Alcorcón cuenta con 14.862 árboles y 72 especies, correspondiendo sólo a cinco de ellas el 71 por ciento del total: plátano (Platanus x acerifolia), falsa acacia (Robinia pseudoacacia), negundo (Acer negundo), aligustre (Ligustrum lucidum) y olmo (Ulmus pumila). Más de la mitad de los árboles de las calles de Alcorcón son de altura inferior a 10m., y el 76 por ciento de tienen un perímetro inferior a 80 cm.
Sistema pionero de plantación
El Plan Director recoge una serie de criterios que habrán de implantarse a partir de ahora para conseguir la normal “convivencia” entre ciudadanos, arbolado y elementos urbanos. Incluye las anomalías detectadas, que se centran en tres aspectos: el espacio para la plantación (el propio diseño urbano), selección de las especies (idoneidad de las mismas) y los criterios de plantación (calidad de la planta y las características del medio donde se plantan).
En lo relativo al espacio para la plantación introduce las dimensiones adecuadas de los árboles en función del lugar dónde se ubiquen, su distancia con los edificios, vallas, calzadas y espacios de uso peatonal; relacionado con las especies, señala cuáles son las idóneas para la ciudad, proponiendo la sustitución de las que no lo son (la mitad de las actuales) por otras más aptas, además de ampliarlas su variedad a 90 especies; respecto a los criterios de plantación, hace hincapié en las épocas de suministro y plantación, la calidad de la planta, el transporte, la calidad del suelo y el proceso de plantación.
Pero introduce, sobre todo, un sistema pionero en España para la plantación, mediante alcorques corridos subterráneos, que dividirá el espacio bajo tierra en dos: el destinado al crecimiento de las raíces de los árboles y el dedicado al cableado de servicios.
Con este nuevo sistema se evitan los problemas que actualmente se dan en la mayoría de las ciudades, como levantamiento de aceras y pavimentos por las raíces de los árboles, la mala sujeción de los mismos provoca que en ocasiones se caigan causando graves perjuicios a los ciudadanos, se reducen los gastos de mantenimiento del arbolado, se evitan averías en los servicios (agua, luz, gas, telecomunicaciones, etc.) y, en definitiva, se consigue compatibilizar los valores de los elementos naturales con los desarrollos urbanos.